Síndrome de Burnout: padres al límite

Durante la década de los años setenta se comenzó a estudiar el Síndrome de Burnout como fenómeno psicológico a raíz de el cansancio y desmotivación en el ámbito laboral.

En sus inicios el estado de estrés en las personas estaba asociada principalmente a la cantidad de horas laborales y al trabajo excesivo, el cual hacía que las personas terminaran su jornada de trabajo con un agotamiento excesivo.

Sin embargo, actualmente se entiende como “un estado anímico vivido como una experiencia negativa o incómoda caracterizada principalmente por un cansancio emocional” ( fatiga, desmotivación, desvalorización, indiferencia, etc).

“Estoy cansado, estoy a punto de tirar la toalla”

“Hay que hacer lo justo e irse para la casa”

“El trabajo es la causa de mis problemas”

“Nadie reconoce mi esfuerzo”

Si bien el Síndrome de Burnout aparece como un conjunto de fenómenos psicológicos asociados al trabajo, también puede ocurrir en otras dimensiones de la vida, como por ejemplo en la familia. En el caso de familias en crisis producto de una reciente separación, puede aparecer producto de la baja capacidad de manejo de estrés que desencadena un bajo manejo en la crianza de los hijos, ya que viven su rol parental con muchos conflictos, pero no siempre el síndrome aparece en periodo de crisis.

En nuestro país la rutina se ha vuelta cada vez más exigente, los padres en etapa de crianza desean cumplir su rol de la mejor forma posible por el bienestar de los hijos e hijas, por lo tanto hay una alta expectativa de ver al hijo: sano, feliz, alimentado de forma orgánica, a desarrollar habilidades artísticas, deportivas y que crezca con las mejores condiciones posibles. Lo anterior apunta a una crianza ideal, casi perfecta y sin errores. Sin embargo, a veces el tiempo para llevar a cabo todas aquellas tareas no es suficiente, pero más delicado aún es cuando no alcanza el tiempo para escuchar, para reforzar positivamente o para conversar, es decir involucrarte en sus propias experiencias.

Existen tres criterios fundamentales que te pueden ayudar a darte cuenta si estás bajo un estrés desbordado:

Vives un marcado agotamiento y la sensación de que tus afectos no tienen sentido, sensación que vives siempre al límite de tu paciencia y de tus fuerzas.

Sientes un distanciamiento emocional, es decir, el agotamiento impide que tengas una relación afectiva con los mientras de la familia. Esto desencadena un desconocimiento de lo que le sucede a los hijos e hijas.

Tu rendimiento como padre o madre disminuye, ya que la indiferencia frente a tus seres queridos no te permiten autoevaluarte respecto a si estas haciendo las cosas bien o mal, por lo tanto puedes caer en una exagerada preocupación o en la negligencia.

Estar atento a los principales signos de alerta:

• Busca algún espacio para conversar sobre el tema y del sufrimiento que implica no saber lidiar con los hijos.
• Disponer de las habilidades parentales asociadas a reconocer en los hijos aspectos emocionales. Para ello es fundamente, partir por preguntarse cómo estás manejando tus propias emociones.
• Estar atento a los momentos donde sientes algún malestar asociado a la crianza y solicitar ayuda, es importante tener alguna red de apoyo.
• Repartir las labores domesticas d e manera que todos participen.

Afortunadamente el Síndrome de Burnout puede llegar a ser una situación pasajera, pero es importante que busques ayuda a tiempo. Cuando sientas que has superado todo ese estrés, tus energías se renovaran y te re encantaras con la alegría se ser padre o madre.

Ps. Alma Bascuñán S.