Sabemos que, diferentes aspectos relacionados al funcionamiento familiar pueden incidir de manera negativa o positiva en los miembros de ésta, sobre todo si hay niños o adolescentes en desarrollo.
Existen las familias en donde, en algunos casos, se promueve la protección sobre comportamientos de riesgos y hay otras familias donde ocurre lo contrario, es decir, en donde esta el riesgo latente de que alguno de los integrantes de la familia escoja caminos erráticos y dolorosos. Los factores que facilitan el riesgo de que el núcleo familiar se vuelva inestable y se desorganice, pueden estar asociados circunstancias como: separaciones, fallecimiento de uno de los miembros de la familia, procesos migratorios, cambios socioeconómicos bruscos, violencia doméstica, problemas de consumo de drogas o alcohol, entre otros. Lo que ocurre principalmente es el rompimiento de la unidad familiar y por consecuencia, el quiebre de los roles de cada uno de sus miembros.
La desorganización familiar puede traer consecuencias afectivas significativas en alguno de sus miembros y es importante la detección temprana de comportamientos de riesgos para poder re-construir las funciones de cada una de las personas que configuran una familia y la forma que han ido adquiriendo de vincularse entre sus miembros, recuperando así la capacidad de asimilar activamente los obstáculos del entorno.
Ps. Alma Bascuñan S.
0 comentarios